Los directores de informática (CIO) llevan décadas ganando la partida de ajedrez que es la transformación tecnológica. Durante años, han seguido las reglas tradicionales, realizando movimientos estratégicos para navegar por el complejo panorama de la tecnología y los datos. Pero ahora han entrado en juego nuevos factores: la inteligencia artificial (IA) y su homóloga de nivel avanzado, la IA generativa (GenAI). Este cambio no implica una mera adaptación de las reglas; se trata de un cambio de juego en el que los oponentes son grandes maestros muy intuitivos capaces de predecir los movimientos y estrategias del contrario y adaptarse a ellos en tiempo real.